¿Molestias cervicales?... combatí el dolor haciedo Pilates

El dolor crónico o molestias en la zona cervical está entre los cuatro dolores más comunes que afectan a la población, seguido muy de cerca por el dolor inespecífico de espalda. Además es una de las principales causas de bajas y ausencias laborales. Lo suelen padecer personas de mediana edad y afecta en mayor medida mas a las mujeres que a los hombres.

Sus causas pueden ser múltiples, el latigazo cervical, también conocido como “Whiplash”, es una de ellas. La postura, o mejor dicho la mala postura repetitiva , es otra de sus causas, el uso prolongado de la computadora o tablet, dispositivos móviles, etc, todos favorecen una posición antepulsada (adelantada) de la cabeza, que provoca un desalineamiento vertebral y en consecuencia una tensión constante en la musculatura de la región cervical.

Para mejorar los síntomas e intentar solucionar el problema, está demostrado, que solo los calmantes y el reposo no son eficaces, sino todo lo contrario. Practicar el Método Pilates de forma regular, poniendo especial atención en los ejercicios recomendados y asegurándonos de aplicar la dosis y la técnica correcta con adaptaciones específicas acorde a cada alumno, conseguira en el tiempo aliviar el dolor y la tensión del cuello de nuestros alumnos.

Para que nuestro plan de acción tenga éxito, nuestro cliente debe ser conciente de cuales pueden ser las causas de ese dolor: vida sedentaria, malas posturas, gestos repetitivos inadecuados, traumatismos con lesión, etc. El instructor de Pilates tendrá como misión educar y si es necesario, reeducar a su cliente en aspectos ligados a su conciencia corporal, alineación neutra de la columna vertebral, patrones adecuados de respiración, técnicas de relajación, etc.

Es un hecho y además es revelador que personas que sufren episodios de dolor en la zona cervical muy probablemente también sufran de dolor en la zona lumbar y viceversa, por lo tanto no solo nos centraremos en ejercicios específicos para el cuello, sino que trabajaremos todo el cuerpo en conjunto. Principalmente ejercicios para mejorar la estabilidad lumbar, cervical, del Core y las escápulas, y ejercicios que ayuden a recuperar la movilidad de la columna torácica. Dando prioridad a una buena técnica de ejecución y no a la carga aplicada en dichos ejercicios, haciendo caso a la famosa frase: ¡“menos es más”!

Seleccionar adecuadamente los ejercicios de Pilates, aplicar adaptaciones individualizadas para reducir la carga, como por ejemplo “flexionar rodillas en vez de piernas estiradas o codos flexionados en vez de brazos completamente estirados”, acortando así los brazos de palanca, hacer pocas repeticiones, reducir el rango de movimiento y dedicar especial atención a estirar la musculatura más tensa y a fortalecer aquella más debilitada.

Con estas estrategias conseguiremos alejar a nuestro cliente de ese estado cíclico de dolor crónico y acercarlo a unos hábitos de vida saludables, libre de dolor y lleno de energía.

Artículo escrito por Cristina García
Instructora de pilates en dona10

Clases de Pilates terapeutico para
prevenir las contracturas y dolores de espalda

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